13 febrero 2016

TEST FÍSICO

Después de 10 años desde que escribí esta entrada dedicada al Test de Ruffier aun sigue siendo una de las más visitadas.
De este modo retomo la actividad del blog después de un tiempo de reflexión, estudio y dedicación a otros deportes que me han enriquecido en conocimientos y fundamentos para poder aplicar a la actividad física.

TEST DE RUFFIER

No se debe comenzar un plan de preparación física intensa sin un test previo o un periodo de adaptación progresivo.
Una prueba fiable y muy simple es el test de Ruffier, tambien conocida como prueba de Ruffier-Dickson.
Puede ser realizado por cualquier persona y ni siquiera es necesario utilizar ropa deportiva ni llevarlo acabo en instalaciones especiales, basta con estar de pie y tener cerca una mesa para poder apoyarse en ella ligeramente con una mano.
Pasos a seguir:
La persona se sitúa de pie para medir su frecuencia cardiaca previa (PO) a la realización del esfuerzo.
El individuo comienza de pie y debe llevar a cabo un total de 30 flexiones de sus piernas (quedándose de cuclillas y volviendo a subir) en 45 segundos. Inmediatamente después de la última flexión se vuelve a medir la frecuencia cardiaca (P1).
Transcurrido 1 minuto desde el final del ejercicio se realiza la tercera medición (P2) del ritmo cardiaco.
(Todas las mediciones del ritmo cardiaco deben realizarse contando los latidos durante quince segundos y multiplicando el resultado por cuatro, para obtener la frecuencia cardiaca por minuto)
Para evaluar el resultado obtenido el profesor Ruffier propuso la siguiente formula:
I = ( PO + P1 + P2 ) - 200 / 10
( I= Índice de Ruffier )
Resultados:
De 0 a 4 = Forma física óptima.
De 4 a 8 = Forma física aceptable.
De 8 a 12 = Apto para comenzar un plan progresivo de acondicionamiento físico.
De 12 a 16 = Realizar revisión médica previa a un programa suave de ejercicio en gimnasio.
Más de 16 = No apto para esfuerzos intensos.


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